-Chuck, ¿cuándo dejarás de perseguirme?
-Nunca debí abandonarte. supe que había hecho mal nada más despegar tu avión. He querido distraerme todo el verano, para no sentir nada, pero lo siento.
-¿Y?
-Tenía miedo. miedo de que si pasábamos el verano juntos lo verías.
-¿Ver qué?
-A mí. Por favor no me dejes.
-¿Por qué? Dame una razón y soy Chuck Bass no me vale
-Porque tú no quieres.
-No es suficiente.
-Porque yo no quiero.
-No es suficiente.
-¿Y qué más quieres?
-Dame una razón que me impida subirme a su coche. Dos palabras, ocho letras, dilo y me tendrás.
-Te...te qui...
-Gracias, es lo que necesitaba.
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