martes, 31 de agosto de 2010

...

Hay que pensar muy bien en todo antes de actuar. Arrepentirse significa tardar en rectificar.
Morirá ese sentimiento que corría por tu sangre. Quedará libre el corazón que mantenías preso en tus rejas de alambre.
¿Quién sabe?, puede que lo eches de menos y que ya no exista cura, tan solo un dulce veneno...
No dejes escapar lo que puedes perder, aprecia lo que tienes antes de que sea tarde joder... 
No supiste valorar lo que tuviste.
Has de saber, si no hubieses hecho el idiota, todo sería igual que ayer.

Cinco cosas.

"Existen cinco cosas en la vida que no se recuperan:

-Una piedra después de haber sido lanzada.

-Una palabra, después de haber sido proferida.

-Una oportunidad, después de haberse perdido.

-El tiempo, después de haber pasado.

-El amor por el que no se lucha"

No te quiero nada


No quiero detenerme para encontrar vacío mi corazón, para darme cuenta que contigo no era yo. 
Pensaba que el quererte sería suficiente y no fue. No quiero detenerme para oír decirte que la vida es  mejor, en tus brazos yo me desprendo el corazón. No digas que me quieres. No significas nada,amor... Porque en tus ojos me encontraba y tantas veces me perdí. Porque en el punto exacto de la oscuridad no supe más de ti. No quiero detenerme para encontrar pedazos de mi corazón. Y otra vez romperme al darme cuenta que era yo la que te daba todo y eso no fue lo mejor. Regresa tu mirada que ya no me desarma. Regresan las palabras con las que me hipnotizabas,  y le dio sentido a mi vivir y hoy no dicen nada.  Esto es así, con corazones fríos no hay que jugarse nada. Porque no entra en ellos ni un rayito en la mañana, y donde el amor pierde el camino y no encuentra su morada.
Por eso no te quiero nada.

Septiembre

Crujen hojas secas, zapatos que aprietan, y paraguas que se olvidan.
Huele a libros por estrenar, cartones en las librerías, a otoño sigiloso.
A lunas que se apresuran, a despertadores maltratados y a partidas sin despedidas. 


*Con ganas de volver a la rutina. Con ganas de entretenerme aunque sea estudiando. Con ganas de olvidarme de ti. 

Dime

Dime que ya queda menos y que nada va a cambiar con la distancia. Que recuerdas nuestros abrazos, besos y risas. Dime la verdad. Dime que aunque estemos lejos todo sigue igual ahí dentro...

...

Está empezando la semana de los arrepentimientos. De no actuar bien, de hacerme daño sin merecérmelo, de que pasa el tiempo y de que ahora debe de doler menos pero aunque en mí no albergue el rencor, no olvides que la confianza se gana poco a poco y se pierde en un segundo. Y que ya nada volverá a ser como antes...

Duendecillo

Busca un tarro de cristal con tapa hermética. Lo suficientemente grande como para que quepa dentro un sentimiento incontrolable. Deposítalo en un lugar visible de un habitáculo de tu cabeza donde puedas observarlo si te apetece, pero que no te distraiga cuando no lo necesites. Introduce ese duende que es el sentimiento tan grande que te provoca miedo, dolor... o ilusión. Imagina que tienes la ilusión de nuevo por una persona que aparece en tu vida. El duende imagina situaciones perfectas a la luz de las velas con ese nuevo ser, brinca de ilusión soñando con sus besos y caricias, mientras la sonrisa está tatuada en su diminuta carita verde. Gira sobre sí mismo cantando y riendo, pero desde fuera del tarro, no lo escuchas. Imagínate que se produce el caso contrario, que le han roto el corazón y que llora, retorciéndose y golpeándose contra las paredes transparentes por el dolor. Sencillamente, no incordia. El cristal del frasco aísla y controla lo que parecía desbordarse. Puedo mirarlo, pero sin que llegue a afectarme nada. Sé lo que siento, pero no me condiciona. Solo intento protegerme del dolor lo mejor que puedo.

lunes, 30 de agosto de 2010

Un futuro sin ti

Tú serás padre por un error de cálculo en la ingesta de cerveza y seguirás enladrillado de libros, más culto quizás, pero menos valiente que yo.
Yo pariré y criaré hijos orgullosa, que no tendrán ni tus ojos ni tu nombre, y mis pestañas no estarán menos secas que las tuyas. Ni mi conciencia tan insomne.
Beberé agua mineral con litio a pequeños sorbos y tú seguirás tragando silencios sin saliva, mientras te lamentarás por haber sido tan cobarde, y las paredes de tu casa tendrán grabados a sangre, los surcos de tu cráneo.
No me vestiré de blanco a tu lado porque no quisiste. Así de simple. Así de acertado.
Y pasarán los años como milenios...
Algunos guisos me saldrán salados y las tortillas de patatas hasta desmontadas, pero me guardaré de decir que la cebolla me hace llorar en la cocina.
Y todo seguirá igual tras mi partida, el sol alumbrará las estaciones venideras, y las navidades se pisaran unas a otras saliendo de la boca del metro de la vida.
Viviré lejos, muy lejos, donde me despierten unos labios que no sean los tuyos ni tu mirada cuando me observabas dormida. Nunca será lo mismo sin ti. Y no sabes cuánto me alegro.

domingo, 29 de agosto de 2010

"Del amor al odio hay un paso"

¿Quién no ha escuchado o dicho alguna vez esa frase? Supongo que todos lo hemos hecho alguna vez.
Pero, ¿realmente hay un paso entre dos sentimientos tan antagónicos? ¿Se puede amar con locura a alguien y en unos instantes odiarle?
Estas preguntas me las he planteado a lo largo de muchos días. Días en los cuales aquella relación, ya acabada, se fue enfriando, dejamos de hablar como si fuéramos completos desconocidos, y ambos sabíamos que no era así. Estábamos tan cerca, pero a la vez tan lejos. Los sentimientos que un día nacieron en mí, seguían vivos por aquellos días. Pero entonces, cuando yo más apoyo necesité, y tú sabías como hacerlo, me diste la espalda. Estaba furiosa. Sólo tenía un problema: tú.
Fue ahí, cuando la persona más sabia que tengo en mi vida me dijo: "Del amor al odio hay un paso. No sigas haciéndote daño a ti misma".
Aquella frase marcó un antes y un después en mi vida. Solo tuve que hacerme a la idea de que me mentiste, entonces, al comprender que intentaste jugar con mis sentimientos empecé a odiarte.
Hoy, ese odio se ha enfriado y se ha convertido en indiferencia.
No eres nadie en mi vida. Ni lo serás. Has pasado de ser todo, a no ser absolutamente nada.





Pd: mamá, gracias por tus consejos día a día, por apoyarme aunque soy yo quien la caga, por aguantarme, por darme ese cariño incondicional, por ser más que una madre para mi, mi amiga.
Las ganas de estar sola y llorar me invaden, pero quiero ser más fuerte.
Después de este tiempo, aún te echo un poco de menos. Por saber que nunca seré nadie para ti, aunque un día fue así, y por saber que todo esto siempre será igual: actuar y arrepentirse, actuar y arrepentirse. Pero ya se acabó. Después de tanto esfuerzo termina por darte igual lo que pase. Lo que tenga que pasar así será, pues todo lo que has hecho por conseguirlo y mantenerlo no ha servido para nada. ¿Para qué seguir intentándolo?
Cerrarle el paso al dolor. Cerrar esa puerta que un día decidiste abrir. Borrar todos tus recuerdos. Olvidarme de ti.
¿Cómo olvidar a la persona que te ha hecho feliz durante tanto tiempo? ¿A ese “primer amor”? El sentimiento de fragilidad al darte cuenta de que ya no está contigo para apoyarte en las situaciones difíciles; al ver que te falta algo que de algún modo nadie, por ahora, volverá a llenar nunca más; el saber que esos momentos que viviste con esa persona nunca van a volver.
Las primeras veces. Ese sentimiento de tener el mundo en tus manos; ese cosquilleo en el estómago; esos nervios al ver que se acerca lentamente… Una sensación única que sabes que se ha ido para siempre. Tantos sueños rotos, tantos recuerdos muertos… Pero quieras o no hay que seguir hasta encontrar a la persona que logre hacerte sentir algo parecido, porque la felicidad existe aunque quiera esconderse, solo hay que saber buscarla.

jueves, 26 de agosto de 2010

Acabar con todo eso...

* Abandona el bosque de tus sentimientos, vive una vez por ti, deja de sentir esa soledad que te corroe por dentro. Soy tu yo en el espejo, quién más puede conocerte. Quién más puede entenderte.

* Todo parecía ser tan perfecto, que me resultaba raro que fuera real. Llegé a creer estar en un cuento de hadas donde lo malo parecía ser bueno. Viví de ilusiones todo lo que pude y más. Me hacía pensar a mi misma que algún día llegarías a cambiar, que equivocada llegué a estar, puesto que tú nunca cambiarías y menos por mí. Conseguiste engañarme, creí en tus palabras, en tus muestras de afecto, en tus te quiero, en tus abrazos, en ti.

* Ahora he de pasar pagina y seguir con mi vida porque tú eres un recuerdo del pasado.

* Hay que pensar muy bien en todo antes de actuar. Arrepentirse significa tardar en rectificar. Morirá ese sentimiento que corría por tu sangre, quedará libre el corazón que mantenías preso en tus rejas de alambre. Quién sabe, puede que lo eches de menos y que ya no exista cura, tan solo un dulce veneno. No dejes escapar lo que puedes perder, aprecia lo que tienes antes de que sea tarde, joder. No supiste valorar lo que tuviste has de saber, si no hubieses hecho el idiota, todo seria igual que ayer.

* El tiempo es demasiado lento para aquellos que esperan. Demasiado rápido para aquellos que temen. Demasiado largo para aquellos que sufren. Demasiado corto para aquellos que celebran. Pero para aquellos que aman, el tiempo es eterno.


* "Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, pero la violencia se practica a plena luz del día" (John Lenon)

Algo de ti

Cierro lo ojos sin mirar atrás. Las cosas buenas pasan más y más y tus errores tienen la virtud de hacerme mal. Hasta he intentado escapar de aquí, pero me cuesta renunciar a ti, parece ser que voy de norte a sur una vez más. A veces pienso que esto es el final, que no hay motivos para continuar, pero yo siento que te quiero aún, incluso más. Y si me quieres para qué pensar. Mientras tú piensas la vida se va. Mañana es tarde para regresar a este lugar. Algo de ti esta acabando conmigo. Algo de mi se está muriendo contigo. Cada minuto se convierte en un siglo. Y cada sitio es un espacio vacío. Algo sin ti está perdiendo el sentido,
porque sin ti vivir no es más que un castigo. Es como un barco que navega perdido. Yo solo quiero rescatar lo perdido.

El último adiós

Hoy que solo quiero hablarme en mi vaso,
Hoy que inspiro en el suspiro de tu último adiós, tendré que echarme al juego fracasé en el amor. Me faltan dos horas para ver algo positivo en este mi fracaso. Pensar que valgo más que lo que hay en mi vaso. Sé que nadie me esperará al amanecer. Fiel compañera de mis noches: soledad. Me gusta imaginarle y jugar a pensar que él sigue conmigo y pronto volverá. Necesito otra copa. Necesito olvidarme de ti. Necesito convencerme a mí misma que puedo seguir sin ti. Dejó de ser un juego cuando dijiste te quiero. Empezó a ser mi tortura cuando dijiste lo siento. Encantada de haberte conocido pero adiós. Y aquí me tienes pendiente del tiempo. Sentada en el minutero de este mi reloj. Y al borde del abismo llorando,
me libro de los besos que me has dado. Mi alma por los suelos y una copa en la mano.

miércoles, 25 de agosto de 2010

Mientes

Tú llegaste a mi vida para enseñarme.
Tú supiste encenderme y luego apagarme.
Tú te hiciste indispensable para mi.
Y con los ojos cerrados te seguí.
Si yo busqué dolor lo conseguí.
Voy de nuevo recordando lo que soy.
Sabiendo lo que das y lo que doy.
Y el tiempo hizo lo suyo y comprendí las cosas no suceden porque sí.
No eres la persona que pensé, que creí, que pedí.
Mientes, me haces daño y luego te arrepientes.
Ya no tiene caso que lo intentes.
No me quedan ganas de sentir.
Llegas cuando estoy a punto de olvidarte.
Busca tu camino en otra parte.
Mientras busco el tiempo que perdí.
Y hoy estoy mejor sin ti.

martes, 24 de agosto de 2010

Equivocada

Sé que me enamoré. Yo caí perdida sin conocer, que al salir el sol se te va el amor.
Duele reconocer. Duele equivocarse y duele saber que sin ti es mejor. Aunque al principio no. Me perdí. Apenas te vi. Siempre me hiciste como quisiste.
Hoy que no puedo más. Sigo decidida a dejarte atrás. Por tu desamor lastimada estoy. Porque siempre estuve equivocada y no lo quise ver. Porque yo por ti la vida daba. Porque todo lo que empieza acaba Porque nunca tuve más razones para estar sin él. Porque cuesta tomar decisiones. Porque se va a doler. Si así me sentía no sé por qué seguía apostándole mi vida a él. Y hoy pude entender que a esta mujer siempre la hiciste inmensamente triste.

lunes, 23 de agosto de 2010

Punto de partida

Yo le busco en el mundo que me ahoga, que me abraza y que me olvida.
En la prisa de la gente, a la vuelta de la esquina.
Y tú te escapas, como el pez de las orillas, como el día de la noche.
Siempre cerca y no se mira.
Nunca se mira.
Yo quisiera encontrarnos cara a cara.
Retomar desde la herida. Atrevernos desde cero, sin reservas ni mentiras.
Y entregarse sin temores, a la luz de un nuevo día. Siempre en busca de ilusiones,
por la huella de la vida.
Y la mañana me despierta. Desayuno un nuevo día. Lo pinto de colores, por si vuelves vida mía.
Me disfrazo de poeta, de juglar de Andalucía.
Y te busco por las calles, y la gente ni me mira.
Y de nuevo por las noches, esta cama tan vacía.
La lleno con historias, aventuras y malicias.
Luego viene tu recuerdo, y su canción de despedida.
Y me encuentro, noche a noche, en el punto de partida.

Noche a noche, yo me encuentro en este punto de partida...

Nunca lo haría

No, nunca te lo diría, jamás, tendría que estar loca para admitirlo... Quiero fundirme contigo, quiero que el mundo se pare, que el tiempo no avance, solo seamos por un rato producto del deseo y la imaginación, que todo lo que gira a nuestro alrededor sea invisible, hagamos todo realidad aunque sea por un segundo en nuestra mente. Que el momento no acabe nunca. Solo quiero que me abraces fuerte y me aprietes contra tu pecho, que me beses intensamente, que nos volvamos locos y seamos nosotros mismos, por una vez. Despertarme junto a ti. Ver que te siento respirar, que te puedo tocar y acariciar.
Pero jamás, nunca te lo admitiría porque sería una locura y aunque me muera de ganas nunca lo haría.







*Sigo intentando borrar

:)

Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por tercera vez, la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso:
- ¿Jugamos al escondite?
La INTRIGA levantó la ceja intrigada y la CURIOSIDAD, sin poder contenerse, preguntó:
- ¿Al escondite? y ¿cómo es eso?
- Es un juego -explicó la LOCURA. En que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras vosotros os escondéis y cuando yo haya terminado de contar, el primero de ustedes al que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego.

El ENTUSIASMO bailó secundado por la EUFORIA. La ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a la DUDA, e incluso a la APATÍA, a la que nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar. La VERDAD prefirió no esconderse, ¿para qué?, si al final siempre la hallaban, y la SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido suya), y la COBARDÍA prefirió no arriesgarse.

- Uno, dos, tres... -comenzó a contar la LOCURA.

La primera en esconderse fue la PEREZA que, como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino. La FE subió al cielo, y la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol mas alto. La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos: que si un lago cristalino, ideal para la BELLEZA; que si el bajo de un árbol, perfecto para la TIMIDEZ; que si el vuelo de la mariposa, lo mejor para la VOLUPTUOSIDAD; que si una ráfaga de viento, magnifico para la LIBERTAD. Así que termino por ocultarse en un rayo de sol. El EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo... pero solo para él.

La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (¡mentira!, en realidad se escondió detrás del arco iris), y la PASIÓN y el DESEO en el centro de los volcanes. El OLVIDO... ¡se me olvidó donde se escondió! pero eso no es lo importante.

Cuando la LOCURA contaba 999.999, el AMOR todavía no había encontrado un sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado, hasta que divisó un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores.

- ¡Un millón!- contó la LOCURA y comenzó a buscar.

La primera en aparecer fue la PEREZA, sólo a tres pasos de la piedra. Después se escuchó a la FE discutiendo con Dios en el cielo sobre Teología. Y a la PASIÓN y al DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes.

En un descuido encontró a la ENVIDIA y, claro, pudo deducir donde estaba el TRIUNFO. Al EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo; el solito salió disparado de su escondite, que había resultado un nido de avispas.

De tanto caminar sintió sed y, al acercarse al lago, descubrió a la BELLEZA. Y con la DUDA resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aun de que lado esconderse.

Así fue encontrando a todos: el TALENTO entre la hierba fresca, la ANGUSTIA en una oscura cueva, la MENTIRA detrás del arco iris y hasta el OLVIDO, al que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite.

Pero el AMOR no aparecía por ningún sitio.

La LOCURA busco detrás de cada árbol, bajo cada arroyo del planeta, en la cima de las montañas y, cuando estaba por darse por vencida, diviso un rosal y las rosas... Y tomo una horquilla y comenzó a mover las ramas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó. Las espinas habían herido en los ojos al AMOR. La LOCURA no sabía que hacer para disculparse; lloró, rogó, imploró y hasta prometió ser su lazarillo.

Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la tierra, el AMOR es ciego, y la LOCURA lo acompaña siempre.

Se acabó

No eres como yo pensaba.
Tantos sueños tirados por la borda en menos de dos minutos.
Nadie es como aparentar ser y mucho menos tú.
Si quieres hacer daño, hazlo a la gente que te odia, no a la que un día, no muy lejano, te quiso y de verdad, que serían capaces de todo por verte feliz.
No destroces un corazón cuando estas tú dentro, aunque ya lo has hecho, pero lo único que has conseguido, ha sido hacerte daño a ti mismo.

No trates de volver a herirme, la puerta se cerró. En mi vida, no hay sitio para ti.

¿Vale la pena perder la memoria?

Cuántas veces hemos deseado borrar un día, un instante, un momento,
hasta un año de nuestras vidas. Borrarlo todo, vaciar nuestra memoria y volver a empezar.
Cuántas veces deseamos volver a ser niños, vivir todo de nuevo sabiendo lo que ya sabemos, recuperar lo que se fue o dejar que el tiempo ponga las cosas en su lugar. Algunos no esperan nada del tiempo. Da lo mismo regresar o avanzar, simplemente renuncian a que el tiempo continúe su paso y se marchan con lágrimas y un largo adiós. Si deseáramos en algún momento perder completamente la memoria y adaptarnos a la frase "comenzar de nuevo" ¿Cuántas cosas no perderíamos? ¿Qué hubiera pasado en las situaciones en que nos equivocamos? Sería como aquellas cosas que se extravían accidentalmente en una mudanza y luego se extrañan. Perderíamos el calor del primer beso y la sensación de aquel amanecer que fue perfecto. La nostalgia por amores pasados y la inocencia con la que nos entregamos a lo desconocido por primera vez.
Quedarían atrás los amigos que iban a ser eternos, las cartas que nos hicieron llorar, la primera o última vez que vimos a un gran amor, los brazos mas cálidos, el día que pensamos que se iba a caer el mundo, el dolor más hermoso, la sonrisa más esperanzadora, el nacimiento del sentimiento más puro.
En realidad, ¿comenzamos una vida nueva o matamos otra llena de constantes recuerdos? Dejamos una vida y un presente que nos da infinitas oportunidades por soñar con un futuro perfecto que no existe o un pedazo de cielo donde no sabemos que nos espera.
¿Vale realmente la pena perder la memoria?

domingo, 15 de agosto de 2010

El alma en pie - Chenoa y David Bisbal

Cuántas noches en mi cama pronuncié tu nombre entre estas cuatro paredes de mi habitación.
Cuántas horas he esperado tu llamada ausente o tu voz arrepentida en el contestador.
Cuántas palabras calladas, cuando entre tus labios, los míos regalaron besos sin contemplación.
Cuántas tardes nos comíamos a besos, ¡cuántas!
Tantas como días hace que te fuiste amor.
Es tanta la lejanía que se siente cuando has querido a alguien con toda tu pasión.
Y de buenas a primeras en quien confiabas, se va llevándose los muebles de tu corazón.
No hay que mirar atrás pues estoy luchando.
Yo sin ti no se como tenerme con el alma en pie.
Sin ti me cuesta respirar.
Sé muy bien que tú a mi no volverás.
Que sepas tú, que como yo, ningún amor se entregará.
Yo sin ti no se como tenerme con el alma en pie.
Sin ti me cuesta respirar.
El tren pasa una vez, por ti no volverá.
Que sepas tú, que como yo, ningún amor se entregará.

sábado, 14 de agosto de 2010

Me cuesta tanto olvidarte - Mecano

Entre el cielo y el suelo hay algo con tendencia a quedarse calvo de tanto recordar.
Y ese algo que soy yo mismo es un cuadro de bifrontismo que sólo da una faz.
La cara vista es un anuncio de signal.
La cara oculta es la resulta de mi idea genial de echarte.
Me cuesta tanto olvidarte
Me cuesta tanto...
Olvidar quince mil encantos es mucha sensatez.
Y no sé si seré sensato, lo que sé es que me cuesta un rato hacer las cosas sin querer.
Y aunque fui yo quien decidió que ya no más. Y no me cansé se jurarte que no habrá segunda parte. Me cuesta tanto olvidarte.

Me cuesta tanto...

viernes, 13 de agosto de 2010

Hasta mañana.

Voy a cerrar los ojos en voz baja
voy a meterme a tientas en el sueño.
En este instante el odio no trabaja

para la muerte, que es su pobre dueño
la voluntad suspende su latido
y yo me siento lejos, tan pequeño

que a Dios invoco, pero no le pido
nada, con tal de compartir apenas
este universo que hemos conseguido

por las malas y a veces por las buenas.
¿Por qué el mundo soñado no es el mismo
que este mundo de muerte a manos llenas?

Mi pesadilla es siempre el optimismo:
me duermo débil, sueño que soy fuerte,
pero el futuro aguarda. Es un abismo.

No me lo digan cuando despierte.



MARIO BENEDETTI.

miércoles, 11 de agosto de 2010

^^

Y dicen que al mal tiempo buena cara, que después de la tormenta siempre llega la calma, pero que al fin y al cabo las cosas nunca cambian. Que todo lo que sube baja, pero que agua que pasa no mueve molinos. También dicen que todo el mundo merece una segunda oportunidad, pero que segundas partes nunca fueron buenas; que quien tiene boca se equivoca y que rectificar es de sabios. Que querer es poder y hace más quien quiere que quien puede, pero que quien todo lo quiere todo lo pierde, además que de donde no hay no se puede sacar. Que más vale pájaro en mano que cientos volando y malo conocido que bueno por conocer, pero que pájaro que vuela a la cazuela. Que quien no arriesga no gana, que quien la sigue la consigue, que por la noche leones y por la mañana cagones y ya que estamos dicho sea de paso que por la noche todos los gatos son pardos. Que no por mucho madrugar amanece más temprano, pero que a quien madruga Dios le ayuda. Que si te pica te rascas, que todo lo que escuece cura y que muerto el perro se acaba la rabia. Que no hay mas ciego que el que no quiere ver, que a palabras necias oidos sordos pero que a buen entendedor pocas palabras bastan. Que la mejor defensa es un buen ataque, pero que el culpable es el primero en tirar la piedra; pero que ya es conocido por todos eso de que se tira la piedra y se esconde la mano y es que quien calla otorga. Que das la mano y te cogen el brazo, que la confianza da asco. Y que quien no corre vuela, que ya se sabe que las apariencias engañan y que por supuesto que no es oro todo lo que reluce.
Y mira que quieres que te diga si quien avisa no es traidor, que si te e visto no me acuerdo, y que a rey muerto rey puesto. Que más vale solo que mal acompañado.

Invisible.

¿Me ves?
Sé que no, pero tenía que preguntarlo.
Quién sabe, los milagros existen.
Me gusta imaginar que no soy invisible para tí.
Me gusta imaginar que me quieres, que me tocas, que me besas, que me abrazas...
Me gusta imaginar que aún sigues ahí.
Pero es solo mi imaginación, porque en realidad tú sabes que existo, pero disimulas, haces como que no.
Pero yo sí sé y no disimulo que tú existes, y me he dado cuenta de que no vales nada, de que eres un imbécil que no se merece ni una sola lágrima mía, ni tampoco un simple pensamiento fugaz.
A partir de ahora tú tampoco existes para mí, aunque me cueste.

martes, 10 de agosto de 2010

El dragón ganó la batalla

Todo acabó. Llenaste mis días de luz, pero todo acabó.
Nada queda ya de aquél amor. Como en los cuentos de hadas, un enorme dragón capturó nuestro corazón.
Nuestra historia se pierde a lo lejos. Me inventé un cuento de hadas pero nos ganó el malvado dragón, lo que soñamos quedó en el olvido, y todo se perdió.
Por favor, dime dónde estás, era tan espectacular lo que pude llegar a sentir en aquellos días. Pero todo acabó, ese malvado dragón robó ese amor y jamás regresará.
Nuestro castillo de sueño se derrumbó, un muro se construyó entre los dos. Todo acabó.
Eras mi otra mitad, y siempre te estuve esperando.
Hoy, todavía pienso que algún día regresarás, pero todo acabo, nunca más volverás.
Nuestras promesas se las llevó el viento y los recuerdos se hundieron en el mar.
Mis ojos empapados de sueños, de sueños que morirán.
Pero te sigo sintiendo, te siento en las ausencias, en el olvido, en el recuerdo.
Te siento por todas partes, en todo mi cuerpo, en cada rincón, en cada olor...
Te siento en el escombro de aquella historia de amor.
Aunque no quiera te sigo sintiendo.
En este cuento de hadas, el malvado dragón fue quien ganó.

En fin.

Sentada frente al piano, las notas de una melodía sin sentido encuentran asilo en mi alma, apesadumbrada.
Miro hacia atrás, un pasado quizás no tan lejano, borrado por el dolor de antaño. ¿Dónde están las mil mariposas que un día sentí volando? ¿Dónde está el destino que me aguardaba con receloso encanto? ¿Quién podrá venir otra vez? ¿Quién hará que no caiga entre mil riscos a morir?

Sólo encontrar, una vez y otra, una triste ilusión para poder sobrevivir. Pero no, aquí estoy, muerta en vida, sin ser.
Esa vida pasada.
Quiero hallar la razón a esta melancólica melodía que de mi alma escapa sin ni tan siquiera saber unas insípidas notas a arrancar de este escuálido trofeo que un día me hiciste ganar. ¿Cual es la razón? Quien posee este maldito corazón y ese dolor tan amargo, me ahoga.

¿Desaparecer? Estaría bien, pero no lo hago por no darle ese manjar a otras personas.

Que maldita esperanza la de un día podernos reencontrar y mientras tanto ¿qué? Mientras tanto mirarte a lo lejos. A menos de un metro de mi y sentirte tan lejos. Y más de mil lágrimas dejar rodar entre mis pómulos curtidos por los golpes de esta estúpida existencia.

Esa estrella.

¿Alguna vez has visto una estrella fugaz? ¿Y le has pedido un deseo?
Esa estrella fugaz es, en ese momento, tu estrella.
Depositas en ella tus sueños, tus ilusiones, tus deseos... y a lo mejor se cumplen; o tal vez la estrella no estuviese escuchando.
No importa, lo que cuenta es que levantes la cabeza hacia el cielo para encontrar esa estrella con la que compartes tu corazón durante un breve instante.

Donde hubo fuego, cenizas quedan.

Ahora es cuando te digo que te necesito. Que tengo miedo y tú no has estado ahí para oírme llorar. Que no quisiste estar.
No sé en qué momento se llega a olvidar a una persona de forma total...
Cuándo olvidas su cumpleaños, su película favorita, y todo eso que relacionamos casi sin querer con alguien en particular.
No, definitivamente no podemos olvidar.
Sólo negamos hechos. Desconectamos. No todo pasa como dicen, no todo pasa y se olvida. De alguna forma siempre quedan los restos. Siempre quedan los malditos restos.

Mañana será demasiado tarde.

Yo también sentí lo mismo que tú...
El aire me empieza a faltar.
Intento gritar pero no puedo.
Luces blancas iluminan mi habitación.
Lo decido, me desvío de tu camino.
En el amor, en la amistad, en la familia...
no dejemos entrar sentimientos mezquinos en nuestro corazón,
como lo son el rencor, el odio, el orgullo, la ira, etc...
A veces, debemos aprender a perdonar y a pedir perdón.
No dejemos que mañana sea demasiado tarde.
Mirarnos a los ojos y sentir.
Mañana será demasiado tarde.

Hay veces...

Hay veces en las que no existen palabras exactas para describir el sentimiento exacto que surge en un momento determinado. Hay veces que se nos juntan tantas cosas en la mente, que se produce una especie de colapso de pensamientos apelotonados que acaban en lágrima o risa, por no llorar. Hay veces que se cometen errores. Y lo peor es que hay personas que no son capaces de perdonarlos. Hay veces que se siente dolor, pero no dolor físico. Hay veces que nos duele hasta el alma por tener que vernos obligados a imaginar un mundo sin la persona que más queremos. Hay veces que dan ganas de tirar todo este mundo por la borda, de dejar a un lado los prejuicios, el orgullo y hacer lo que en un momento concreto nos haga latir más rápido el corazón. Hay veces en las que nos bloqueamos por un simple comentario, y los esfuerzos, las expectativas, los planes, las emociones, se escapan por un solo y triste suspiro. Hay veces en las que el sentimiento es tan grande que llega a cegarnos a nosotros mismos.

"¿Por qué yo a tí sí y tú a mí no?

<< Y allí estaba ella. Aquella niña, mayor para algunas cosas, pequeña para otras. En aquel lugar donde hace tiempo fue feliz. No era un sitio muy bonito, pero sí los recuerdo que albergaban ese lugar.
Allí estaba ella, sentada en el suelo, apoyada en aquel muro, maldiciendo lo que pudo ser y no fue, frente a una valla, leyendo un libro con cobertura dorada y algunas letras que no se distinguían muy bien, parecía poner: "¿Por qué yo a ti si, y tu a mi no?"
La chica abre el libro y se va a una de las últimas páginas. Qué difícil tiene que ser escuchar esas palabras de la persona a la que quieres. "Fue un error, hacia mucho que no te veía y caí en esa trampa que el amor pone en ocasiones. Pero yo te quiero”. Él dijo: “vale, te perdono”. Sacó de su bolsillo un nobel y se lo acerco a los labios. Eso pareció tranquilizarlo. No paso nada, todo quedo ahí.
Un error cualquiera puede tenerlo, pensaba ella. Mientras, él le daba vueltas a aquella frase: “te he engañado con otro, pero te quiero, lo siento”, parecía que no podía escuchar la segunda parte de la frase. Solo escuchaba una y otra vez sin parar: “te he engañado con otro... te he engañado con otro... te he engañado con otro...” Una y otra vez.
A las dos semanas, él la dejo. Quedaban tres días para empezar un nuevo curso escolar. Los dos en el mismo curso, los dos en el mismo pasillo, y lo peor, los dos en la misma clase una larga hora a la semana.
Ella no lo soportaba más. Tenía que hablar con él para suplicar su perdón. Él se negó, ella se hundió.
Y así pasaban los días de lunes a viernes. Ella no aguantaba más. Esa misma tarde habrían hecho tres meses juntos.
Ella se fue a aquel lugar donde hace tiempo fue feliz. No era un sitio muy bonito, pero si los recuerdos que albergaban ese lugar. Allí estaba ella, sentada en el suelo, apoyada en aquel muro maldiciendo lo que pudo ser pero no fue. Frente a una valla, leyendo un libro con cobertura dorada. Secándose las lágrimas ensangrentadas del dolor. Giro la cabeza al escuchar un ruido. Allí estaba él. >>

viernes, 6 de agosto de 2010

Tú no, ya no.

No pretendo engañar a nadie. Ni a ellos, ni a ti, ni a mí. No voy a negar que en mi corazón todo sigue igual que aquel 6 de Marzo, pero los sentimientos se van enfriando. Tú tienes la culpa. ¿No pensarás que la tengo yo verdad? Aquí quien ha demostrado no tener los cojones suficientes para rectificar y volver a arriesgar has sido tú, única y exclusivamente tú. Yo lo intenté, pero a todos se nos agotan las fuerzas. Han sido tres meses luchando, lógico que esté tan cansada, ¿no? Por eso, hoy empieza mi nueva vida. Una vida sin ti. Una vida en la que no pienso volver a sufrir, a sufrir por ti. Me hiciste muchísimo daño. No lo volverás a hacer, lo juro. La puerta está cerrada. Depende de ti que se vuelva a abrir. Pero no quiero que lo hagas. No quiero volver a verte. No quiero quererte. Me cuesta sacarte de mi cabeza. Pero tranquilo, conseguiré olvidarte, no costará tanto. Puede que un día pensara que eras tú aquel príncipe azul, hoy te digo que no es así. Tú no eres la persona que yo buscaba. A tu lado he sido feliz, sí. Pero lo siento, no eres mi media naranja.

¿Son cosas de niños?

Cuando somos niños soñamos con cosas pequeñas, sencillas. Un helado de fresa. Una muñeca que llora y hace pis. Esa bicicleta que tiene el vecino de al lado…
Cuando nos hacemos mayores, nuestros sueños cambian con nosotros. Se vuelven complejos, como nosotros. De repente, la muñeca de trapo se convierte en un vestido nuevo con el que deslumbrar en una fiesta. Pero tarde o temprano, los sueños se rompen en pedazos cuando se topan de frente con la realidad. Porque la realidad, a menudo, es radicalmente distinta a como uno cree que es. Las personas no siempre son lo que aparentan ser, ni las relaciones, ni mucho menos los sueños. Esa realidad es la que se encarga de poner a cada uno en su sitio. Lo que uno cree que es negro, puede ser blanco, y lo que uno cree que es blanco, probablemente sea de todos los colores del arcoíris. Uno sabe como empiezan las cosas, pero nunca saben cómo van a terminar.
Todas las cosas tienen un final, aunque duela, aunque no estemos preparados, sabemos que todo, antes o después, se acaba. Pero si miro hacia atrás, sólo puedo decir que mi vida ha merecido la pena.

martes, 3 de agosto de 2010

Lo siento...

No pretendo engañar a nadie. Ni a ellos, ni a ti, ni a mí. No voy a negar que en mi corazón todo sigue igual que aquel 6 de Marzo, pero los sentimientos se van enfriando. Tú tienes la culpa. ¿No pensarás que la tengo yo verdad? Aquí quien ha demostrado no tener los cojones suficientes para rectificar y volver a arriesgar has sido tú, única y exclusivamente tú. Yo lo intenté, pero a todos se nos agotan las fuerzas. Han sido tres meses luchando, lógico que esté tan cansada, ¿no? Por eso, hoy empieza mi nueva vida. Una vida sin ti. Una vida en la que no pienso volver a sufrir, a sufrir por ti. Me hiciste muchísimo daño. No lo volverás a hacer, lo juro. La puerta está cerrada. Depende de ti que se vuelva a abrir. Pero no quiero que lo hagas. No quiero volver a verte. No quiero quererte. Me cuesta sacarte de mi cabeza. Pero tranquilo, conseguiré olvidarte, no costará tanto. Puede que un día pensara que eras tú aquel príncipe azul, hoy te digo que no es así. Tú no eres la persona que yo buscaba. A tu lado he sido feliz, sí. Pero lo siento, no eres mi media naranja.

Un agradecimiento un tanto sarcástico.

"Para conseguirlo sólo hace falta que creas". Acuérdate siempre de esa frase.
Volver a ser yo misma, aunque no sea fácil. Volver a ser fuerte, como siempre he sido. Que nada, ni nadie me haga cambiar, otra vez. Volver a ser una pasota, como yo solo era. Volver a vivir en el mundo de yupi, como siempre ha sido. Volver, ese es mi único objetivo. Volver a hacer reír. Volver a dormir con una sonrisa dibujada en mis labios. Volver a decir, al final de cada día: "de puta madre".



Es la primera vez que me rindo. No va a ser la última batalla que pierda. Lo que no me mata, me hace más fuerte, mucho más fuerte. Y de momento, sigo viva. Voy a ser yo quien escriba mi vida. No pienso dejar que nadie garabatee sobre ella.
En esta vida, lo principal, es ser fuerte. Siempre lo he dicho. No dejarte pisotear, especialmente, por ese público que está ahí, pendiente de tí, para que cuando te gires poder juzgarte.
Sonreír. La sonrisa es la única que deja a un lado el dolor, como un cero a la izquierda.



Tengo el deber de agradecer a toda aquella persona que me ha puesto la zancadilla o ha puesto algún obstanculo a lo largo de mi vida. Lo siento. He caído sí, ese era vuestro propósito, pero tras cada caída, me he levantado, con la cabeza bien alta. ¿Obstáculos? Esquivados. Así que: Gracias. Gracias por enseñarme a ver la realidad tal como es. Gracias por demostrarme que lo que uno dice no siempre es lo que siente. Gracias por mostrarme que cada persona es un mundo y que cada una va a su antojo. Gracias por decepcionarme uno a uno. Gracias por cada zancadilla, de ellas aprendo miles de cosas.

6.470.818.661

En este momento hay seis mil cuatrocientos setenta millones, ochocientos dieciocho mil, seiscientos setenta y un habitantes en el mundo. Algunos huyen asustados. Otros vuelven a casa. Algunos cuentan mentiras para poder sobrevivir. Otros se enfrentan a la verdad. Algunos son hombres malos en guerra contra el bien. Y algunos son buenos, y luchan contra el mal. Seis mil millones de personas en el mundo. Seis mil millones de almas. Y a veces solo necesitas una.

Cenizas.

Ahora es cuando te digo que te necesito. Que tengo miedo y tú no has estado ahí para oírme llorar. Que no quisiste estar. No sé en qué momento llegas a olvidar a una persona de forma total...Cuándo olvidas su cumpleaños, su película favorita, y todo eso que relacionamos casi sin querer con alguien en particular. No, definitivamente no podemos olvidar. Sólo negamos hechos. Desconectamos. No todo pasa como dicen, no todo pasa y se olvida. De alguna forma siempre quedan los restos. Siempre quedan los malditos restos.

No lo olvides

Quizás mi vida se parta en mil pedazos en cualquier momento, que mi recuerdo se hunda en el silencio, o que mis huellas se las lleve el viento.
¿Pero sabes que es lo que nunca se borrará? El amor que siento por ti en el fondo de mi corazón, aunque insista en negarlo y en apartarlo.
Sé que ya me has olvidado o hasta es posible que nunca me hayas recordado, pero ¿sabes? para que haya amor sólo basta uno que sienta algo.
Sé que fui una idiota al dejarte ir, pero ¿qué podía hacer yo al respecto?, si te fuiste, fue una decisión que tomamos los dos, y hasta me cansé mirando las estrellas pensando que tú miras la misma luna.
Quizá, te busque en algún lugar, sabiendo que es en vano, porque sé que no volverás.
Es triste saber que habrá alguien quien ocupe tu corazón y esa persona no voy ser yo.
No olvides que te quiero.

Tú fuiste ese meteoro.

~> Mi vida era como una noche sin luna antes de encontrarte, muy oscura, pero al menos había estrellas, puntos de luz y motivaciones. Y entonces tú cruzaste mi cielo como un meteoro. De pronto, se encendió todo, todo estuvo lleno de brillantez y belleza. Cuando tú te fuiste, cuando el meteoro desapareció por el horizonte, todo se volvió negro. No había cambiado nada, pero mis ojos habían quedado cegados por la luz. Ya no podía ver las estrellas. Y nada tenía sentido.