domingo, 6 de marzo de 2011

Qué no haría yo por ti, por tenerte un segundo alejados del mundo y cerquita de mi. 
Como el río Magdalena que se funde en la arena del mar, quiero fundirme yo en ti. 
Hay amores que se vuelven resistentes a los daños, como el vino que mejora con los años, así crece lo que siento yo por ti. 
Hay amores que se esperan al invierno y florecen, y en las noches de otoño reverdecen
tal como el amor que siento yo por ti.
No te olvides del mar que en las noches me ha visto llorar tantos recuerdos de tí
No te olvides del día que separó tu vida, de la pobre vida que me tocó vivir.

 

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