sábado, 19 de marzo de 2011

No pierdas la fe en mí. 
Aunque el equilibro sea frágil, aunque el amor sea traicionero. 
Si te pido que confíes en mí, cierra los ojos y acompáñame.
No dejes de buscarme a tientas. 
Aunque esto suene a chiste, aunque el cielo caiga a cachos. 
Si digo que me esperes, dame la mano y siénteme.
No me dejes caer en la inercia. 
Aunque sea una incoherente, aunque el mundo me secuestre. 
Si te juro que en la sién me palpita mi vida muriendo por ti, créeme. 
Y no acabes de quererme nunca.

No hay comentarios:

Publicar un comentario