domingo, 20 de marzo de 2011

Soy una de las personas más orgullosas que puedas conocer, puedo negar lo evidente más de mil veces. Soy de las que ven una película de amor y se queda llorando hasta pasados los agradecimientos, de las que cuando están tristes se pasan la tarde comiendo helado, escuchando canciones que te hacen sentir peor, de las que dan doscientas vueltas a la cabeza al irse a la cama y al despertarse no se acuerdan de la mitad. Soy de las que promete que no volverá a tropezar en la misma piedra pero tiene tentaciones de saber que pasará, de las que se propone metas imposibles y no para hasta que le ponen los pies en la tierra, de las que intenta animar con más de una sonrisa, que escucha música de todo tipo según el estado de ánimo. Soy de las que no se quedan sentadas llorando porque alguien les haya hecho daño, sino que coge la primera de cambio y la devuelve, que defiende de gigantes, pirañas y putas a todas las personas que quiere aunque sean mucho más grandes. Soy de las que la lluvia no les amarga el día; de las que sale bailando por la puerta de casa, de las que se pasa horas y horas en el teléfono para no decir realmente nada; de las que cuando sacan una foto se coloca el pelo antes del disparo y, lo más importante, soy una de las personas que han aprendido a querer de verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario