domingo, 29 de agosto de 2010

"Del amor al odio hay un paso"

¿Quién no ha escuchado o dicho alguna vez esa frase? Supongo que todos lo hemos hecho alguna vez.
Pero, ¿realmente hay un paso entre dos sentimientos tan antagónicos? ¿Se puede amar con locura a alguien y en unos instantes odiarle?
Estas preguntas me las he planteado a lo largo de muchos días. Días en los cuales aquella relación, ya acabada, se fue enfriando, dejamos de hablar como si fuéramos completos desconocidos, y ambos sabíamos que no era así. Estábamos tan cerca, pero a la vez tan lejos. Los sentimientos que un día nacieron en mí, seguían vivos por aquellos días. Pero entonces, cuando yo más apoyo necesité, y tú sabías como hacerlo, me diste la espalda. Estaba furiosa. Sólo tenía un problema: tú.
Fue ahí, cuando la persona más sabia que tengo en mi vida me dijo: "Del amor al odio hay un paso. No sigas haciéndote daño a ti misma".
Aquella frase marcó un antes y un después en mi vida. Solo tuve que hacerme a la idea de que me mentiste, entonces, al comprender que intentaste jugar con mis sentimientos empecé a odiarte.
Hoy, ese odio se ha enfriado y se ha convertido en indiferencia.
No eres nadie en mi vida. Ni lo serás. Has pasado de ser todo, a no ser absolutamente nada.





Pd: mamá, gracias por tus consejos día a día, por apoyarme aunque soy yo quien la caga, por aguantarme, por darme ese cariño incondicional, por ser más que una madre para mi, mi amiga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario